jueves, 15 de noviembre de 2007

Un siglo de provocación y comodidad (y III)

En los años 20 aparecieron en el mercado distintas variantes del modelo inicial de Poiret y Jacob, al que se incorporaron telas elásticas y nuevas aperturas para madres lactantes y nodrizas. La década de los 30, en cambio, fue testigo de la aparición del primer 'bra' sin tirantes; en la de los 40, las 'copas' acapararon toda la atención.

Como respuesta al movimiento 'flapper' -una corriente que abogó por el regreso al estilo griego de cajas torácicas completamente planas-, saltó a la palestra Ida Rosenthal, una emigrante judía a quien se debe el actual tallaje del sujetador. En otras palabras, a la 'injusta' numeración del supuesto pecho perfecto: la 90-C.

Tan segura del retorno al busto pronunciado, Rosenthal llegó a declarar en los 60 que no le molestaba que las mujeres quemasen sus sostenes como símbolo de liberación femenina. «Cumplidos los 35, ninguna de nosotras puede prescindir de ellos. El tiempo está a mi favor». Bien clarito: la ley de la gravedad hace estragos en todas.

Los 80 y los 90 aportaron al gran invento una innovadora tecnología que se traduce hoy en términos como cruzado mágico y 'push up', entre otros. Por ejemplo, la firma Playtex se acordó de las más poderosas y puso a su alcance los modelos reductores. Y Wonderbra hizo lo contrario; consiguió que las 'nadadoras' se metiesen monedas en el canalillo y posasen frente el espejo tan macizas como Eva Herzigova, protagonista de la primera campaña de esta firma que fue noticia hace unos meses por presentar un nuevo sujetador con 100 posiciones distintas en los cuerpos de 100 modelos en la plaza de Colón. Una original forma de celebrar el centenario colapsando el tráfico.

El nuevo milenio hace las delicias de los que consideran esta prenda un objeto de culto. Victoria's Secret, que contrató a Gisele Bündchen como 'pecho', perdón, como 'rostro' de la casa, llegó a cubrir un sostén con 2.000 diamantes en un alarde de lujuria. E incluso consiguió que la más rica de las modelos según la lista de Forbes posara con un ejemplar cuajado de cristales de Swaroski.

Hoy por hoy, el icono más emblemático de la lencería es reflejo de las tendencias en ropa que se suben a las pasarelas. ¿Que se lleva el 'look' cabaretero y el 'palabra de honor'? Ahí están Andrés Sardá y Totón Comella, por mencionar algunos diseñadores, inundando los cajones de la cómoda de terciopelos fucsias, tirantes transparentes, abalorios violetas, encajes negros tipo 'sado' y satenes rojo 'burdel'. Hasta el momento, la marca Dim se apunta el último tanto: un sujetador sin aros y con silicona para presumir de pechamen sin pasar por quirófano.

(...fin)

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un siglo de provocación y comodidad (II)


Hasta el siglo XIX no aparecieron los primeros postizos, liberando por fin un poco los senos de su tan larga y duradera opresión. Aquellas prótesis, llamadas «pechos de limón» debido a su forma y tamaño, se colocaban estratégicamente para realzar el busto dentro del complejo ritual diario de enfundarse modelitos a los que se sumaban el polisón, el miriñaque y las infinitas capas de tela que componían todo el conjunto. Y eso sin contar con el resto de complementos.

Poiret no era consciente de ese pequeño paso para la mujer -y tan grande para la humanidad- cuando esbozó el primer sostén en su taller de París; un armazón de alambres finos, aros y retales de seda que hoy se considera una de las mayores obras de ingeniería textil que se conocen.

Un buen día, una mujer de la alta sociedad neoyorquina que respondía al nombre de Mary Phelps Jacob encontró en la creación del modisto su salvación a la hora de vestirse. La entonces joven se puso uno de estos sujetadores aún no patentados para acudir a una fiesta luciendo 'escotón'. El secreto de su rutilante aspecto estaba en el interior: un 'brasier' sin espalda elaborado a partir de dos pañuelos entrelazados por una cinta estrecha y sujetos con un cordón lograban un resultado pectoral de lo más cautivador.

Ayudada por un grupo de amigas -luego clientas-, la avispada Jacob no tardó en apoderarse del invento. Pero en aquella época no conocía los beneficios del marketing y no supo sacar tajada a su empresa. En cuanto le presentaron a la diseñadora de la Warner Brothers Corset Company de Bridgeport (Connecticut), la ladrona no tardó en cederle los derechos de la prenda a cambio de 1.500 tristes dólares, una miseria comparado con la ristra de ceros que hoy factura la industria de la lencería.

(última entrega: la próxima semana)

lunes, 29 de octubre de 2007

Un siglo de provocación y comodidad (1ªparte)




Adjunto un texto que publiqué este verano celebrando el centenario del sujetador. Os lo ofrezco en tres entregas durante sendas semanas consecutivas.
Espero que os guste:






Para ellos, es sinónimo de destape. De seducción, de deseo sexual. En definitiva, de 'puritita' cama. El continente de la zona erógena con más adeptos y también el de la fuente de la vida. Para ellas, en cambio, ha de implicar tanta comodidad como erotismo. Ser funcional y favorecedor a la vez que el mejor reclamo a la horizontal. Para todos, es el epicentro de la indumentaria femenina, el capitán de ese fetichista equipo de la mitología de la moda en el que también tienen un papel relevante los tacones y el liguero.


'Don' sujetador reivindica su privilegiado hueco en el armario y en el imaginario carnal colectivo justo 100 años después de su invención. Y lo hace a golpe de diseño y ergonomía. No hay pechos feos, sino ingenio lencero de menos. Porque sólo hace falta pasarse por la sección de ropa interior de un centro comercial cualquiera para encontrar el sostén perfecto para cada busto, aquel que esconda o reseñe el escote de su portadora. Háganse a la idea: la cirugía plástica ya no es la única solución para lucir una delantera de órdago.

Ahora bien, tampoco se trata de engañar a los ilusos que la contemplan. Desde que al modisto Pierre Poiret se le ocurriera en 1907 fabricar el primer sujetador como alternativa a aquella inclemente estética victoriana que no dejaba respirar, esta prenda se ha convertido en el básico textil femenino que ha evolucionado más y mejor en el tiempo.

Cuenta la Historia que las cretenses ya lo llevaban hace 2.500 años. Y que en Roma, las mujeres se ponían el entonces denominado 'strophium' por encima de la túnica para diferenciarse de las bárbaras, mucho más sueltas por llevar las 'lolas' al aire. Hubo incluso una época en la que se estiló la planicie frontal. Tal y como lo leéis. Y es que el mundo clásico era de orientación andrógina en cuanto a moda se refiere. De ahí que fuese frecuente ceñirse el pecho con una faja, tendencia a la que se suscribieron más tarde los cristianos y que siglos después derivó en aquel corsé que con tanta fuerza y paciencia ataba Mammy a Escarlata O'Hara.





(...continuará)

miércoles, 17 de octubre de 2007

Roberto Cavalli: un italiano en París


Adjunto una crónica que mi amigo Porfirio Rubirosa, residente en París, me mandó hace unos días por correo electrónico. El primer enviado especial de Sin Noticias de Dior narra sus impresiones acerca de la última tienda que Cavalli ha abierto en la Ciudad del Sena; un templo del lujo considerado nuevo epicentro de la exclusiva Avenue de la Montagne y 'boutique' fetén donde ya han clavado sus tacones Elsa Pataky y Victoria Beckham.

¡Amancio, toma nota, queremos que no sólo plagies ropa, sino también puntos de venta!


Entre los números 53 y 55 de la Avenue Montagne se abre la nueva tienda del famoso diseñador florentino Roberto Cavalli. Se encuentra en un edificio clásico (posible Haussmannian) de unos cinco pisos, al que se accede tras franquear una verja que protege un coqueto jardín. Escaparates grandes y luminosos a ambos lados de la puerta de acceso. La idea es “se ve pero no se toca”.

El establecimiento consta de 2 plantas útiles más un sótano que sirve de almacén (me colé sin querer) de unos 300m2 cada una. Decoración discreta y nada recargada (que para recargados ya están los modelitos de esta temporada con guiños egipcios y mucho dorado...). Los muebles son bastante clásicos, abundando sillas, sillones y 'chaise-longues' que invitan a sentarse (probablemente pensados para el descanso de maridos cansados y adinerados o para que las mismas clientas puedan reposar en el transcurso de una agotadora jornada de compras...)

Nada más cruzar la puerta de entrada te encuentras con por lo menos 5 dependientes listos para pasar revista. Hablan inglés con facilidad y son amables sin ser pesados. ¡A nosotros nos recogieron los cascos de la moto! Según avanzas mirando estantes y maniquíes, de una extrema delgadez por cierto, te sigue uno de los dependientes a una prudente distancia siempre solícito a la ayuda. En la primera planta está la ropa más 'ponible' y complementos varios como relojes o gafas de sol. Según se entra, hay un mostrador dedicado a las líneas de perfumes y cosméticas de la marca. Al fondo a la derecha (como los baños) está la sección de hombres, que claramente no tiene mucha importancia.

Al segundo piso se accede bien por la escalera bien por el ascensor. Esta es la que diríamos 'planta noble', con otras 4 dependientas, todas mujeres, listas para atenderte. Aquí es donde podemos ver las prendas de auténtica alta costura, los vestidos (elegantísimos unos extravagantes los más), las pieles, los zapatos y todo lo que se le pueda antojar a una cartera abultada y sensible a los criterios de la moda. Hay vestidores amplios para que la clienta se sienta cómoda y más sillones y sofás para que acompañantes de todo tipo puedan hacer la espera más llevadera.

Tras haber dado claras muestras de que estábamos lejos de ser clientes potenciales, mi amigo y yo recogimos nuestros cascos y nos despedimos de los dependientes que nos devolvieron el saludo muy amablemente. Acto seguido iniciamos un tranquilo paseo por toda la calle para deleitarnos con la sobria elegancia y el lujo evidente que reina en toda ella. Es curioso comprobar cómo en los escaparates de Valentino se muestran sin rubor trajes de señora de 23.000€ y otros complementos al alcance de muy pocos.
P. Rubirosa

sábado, 6 de octubre de 2007

El rincón de(l) Rey


Os invito a que déis la bienvenida a un nuevo compañero que se icorpora a la comunidad bloguera. A ver si un día nos sorprende y nos dedica una viñeta que verse sobre la moda.
Seguro que nos deleitará, tal y como hace habitualmente en El Mundo.

No lo perdáis de vista!

jueves, 6 de septiembre de 2007

Hoss Royal Ballet


Qué os parece que Tamara Rojo sea la nueva imagen de Hoss Intropia? Las fotos que he visto dan la talla. Se trata de una bonita campaña que fusiona el ballet con la moda. Habrá que reivindicar esta marca no sólo como un almacén de básicos para ir de boda, no?

jueves, 14 de junio de 2007

YSL, escándalos y honores


Aquella mañana fría de enero de 2002 en la que el modisto Yves Saint-Laurent anunciaba su retirada, el mundo de la Alta Costura sabía que apuraba sus últimos días de vida. Había sucesores; Tom Ford en esta casa de modas y John Galliano en la de su mayor rival: Dior. Pero nada comparable a la pureza del 'chic' que alumbró el siglo XX.
Mientras tanto, a este lado de los Pirineos los españoles teníamos que 'conformarnos' con Manuel Pertegaz y Elio Berhanyer tras la lamentable pérdida de Balenciaga.
Se acababa entonces la saga de leyendas vivas de 'atelier', dispuestas siempre a charlar de tú a tú con auténticas 'madames'; nada de actrices venidas a más -como ocurre actualmente-, a excepción de Audrey Hepburn con Givenchy y de Catherine Deneuve con el propio Saint-Laurent, quien se llamara otrora Henry Donat Mathieu.
Llegó, pues, el fin de los pases privados a la hora del té, de las alfombras llenas de hilos y retales, de los alfileteros en la muñeca, de las cintas métricas alrededor del cuello sobre batines blancos. De los maniquíes de madera que hacían las veces de mejor percha para un traje y, de lo que es más triste, de las frases célebres, porque sólo a un maestro de la talla de YSL se le ocurrió decir: "La prenda más bella que puede vestir una mujer son los brazos del hombre que ama. Para las que no han encontrado esa felicidad, estoy yo".
El 'couturier' nació el 1 de agosto de 1936 en Orán (Argelia), ciudad de la que nunca conservó buenos recuerdos. "Por mi homosexualidad yo no era como los otros niños del colegio, quienes hicieron de mí su víctima propiciatoria. Me encerraban en el cuarto de baño, me pegaban, me insultaban...". Buscó refugio en las faldas de su madre, regazo que luego se convirtiría en su auténtica vocación.
"Cuando soplé las velas de mi noveno cumpleaños, pedí que mi nombre se leyera con letras luminosas en los Campos Elíseos". Su ambición por triunfar era el mejor plato frío de la venganza que podía brindarle a sus pequeños compañeros. En 1953, con 17 años y parapetado ya tras sus gafas de pasta negra y su nuevo nombre artístico, recibió un premio por el boceto de un traje de cóctel con corte asimétrico. Gracias a él, aterrizó en París, sin tardar en pasarse por las redacciones de las revistas más prestigiosas del momento para mostrar sus diseños. Así consiguió que le presentasen a Christian Dior, quien no dudó un instante de reclutarle en su equipo.
Su relación con 'monsieur' duró más de dos años y, a su muerte, le sucedió con tan sólo 21 en su haber. Pero le llamaron a filas y tuvo que cumplir, situación que le costó su primer ingreso en un psiquiátrico. Cuando volvió París, en Dior ya le habían sustituido, así que creó su propia firma respaldado por su amante y compañero hasta la fecha: Pierre Bergé. Pronto acaparó las portadas de Harpers Bazaar, Elle, The Face y Vogue. Y es que fue el responsable de que las mujeres se atreviesen a lucir pantalones en sus mejores galas, a enseñar sus encantos bajo transparencias, a ponerse unos pirata, a estampar en sus blusas cuadros de Mondrian y Goya, a enfundarse una sahariana, a no relegar el negro al luto. Coco Chanel le confió su legado espiritual, quizás por su mismo empeño en vestir a las féminas con trajecitos sastre.
Se comentó mucho que su firma, con sede en el número 5 de la ciudad del Sena, llegó a superar en facturación de divisas a Renault allá por los 80. Cifras astronómicas que transformó en excentricidades aplicadas tanto a su vida profesional como personal; era frecuente verlo completamente ebrio al volante de su Golf descapotable con Andy Warhol como copiloto o de barbitúricos hasta las cejas cada vez que discutía con su pareja. De aquellos delirios es fruto, por ejemplo, su arriesgada ocurrencia de mostrar modelos desnudos para promocionar perfumes.
A pesar de rozar el límite internándose sucesivamente en clínicas 'de reposo' -¿desintoxicación?-, a Yves Saint-Laurent nunca le faltó el apoyo de la crítica, que le concedió el Oscar de la moda en 1985. Además, fue el primer modisto al que el Metropolitan de Nueva York le dedicó una retrospectiva. Ya no se le ve en público, disfruta de su retiro en sus mansiones de Tánger y Marruecos. YSL es uno de los pocos genios que, para despedirse, vuelve a sus orígenes.

martes, 12 de junio de 2007

'Shopping' nocturno por Recoletos


Cuelgo otra 'cousiña' de gran interés también pero de fecha más cercana que el mercadillo londinense de La Latina:

El jueves día 14 de junio más de 20 comercios del madrileño barrio de Recoletos abrirán sus puertas hasta las 00:00 horas.

Participarán en este evento, bajo el nombre de “Noche abierta”, las siguientes tiendas: Almaty, Amore e Psique, Anjara, Cállate la Boca, Cose Cosi, D Cero, Dolce Casa, E Mio, Xpression Negra, Gandia Blasco, Home & Heaven, Step, La Comercial de Almirante, Las Bailarinas, Laura Caicoya, Martel Kee, Momo, Piamonte, Piazza Naviona, Próxima Parada, Santa Maria Novella y Santa Rita.

Para celebrar esta iniciativa se invitará a los asistentes en cada tienda a un cóctel de 20:00 a 00:00.

jueves, 7 de junio de 2007

Lo mejor de Londres, al fin en Madrid


AVISO A LOS NAVEGANTES:

Cuelgo esta nota de prensa que seguro os interesa...


Beefeater London Market trae por primera vez a Madrid los principales mercadillos de Londres.

La Latina se convertirá el próximo 24 de junio por la mañana en un típico mercadillo de Londres, con la selección más completa y moderna de medio centenar de puestos reales, traídos directamente desde Portobello, Camden Town y Covent Garden. Habrá de todo: míticos vinilos, 'vintage', fetichismo, prendas recicladas, artículos para coleccionistas, flores, moda, bisutería, decoración y, cómo no, 'fish and chips'.

Por primera vez, los vendedores ambulantes de Londres faltarán a su cita semanal en Portobello y Candem y viajarán con sus puestos a España. Por supuesto, en Beefeater London Market se hablará inglés, pero se impartirán clases para aprender expresiones útiles en el regateo. Los precios, marcados en libras, y la mezcla variopinta de razas, estilos y artículos transportarán a los visitantes a los míticos mercadillos londinenses.

jueves, 17 de mayo de 2007

Mademoiselle Chanel

Adjunto un texto que publiqué en 2004:
La excéntrica vida de Coco Chanel (Saumur, 1883-París, 1971) es la historia de una mujer que triunfó en los negocios, que creó un estilo propio en el mundo de la moda, pero que fracasó en el juego más arriesgado e importante para ella, el del amor.


La tristeza que le acompañó desde niña, abandonada por su padre en un orfanato, le persiguió hasta su muerte. La que fuera la diva más revolucionaria de su época, acabó sus días sola, en el hotel Ritz de París, despotricando contra Briggite Bardot, la minifalda y todo atisbo de modernidad que no hubiese inventado ella.

Su mala suerte en el terreno sentimental hizo mella en su carácter, afiló su lengua y menguó su cuerpo, pero ni eso ni los enemigos que se creó en vida lograron ensombrecer el legado de la considerada por los expertos la mejor diseñadora del siglo XX, con permiso de 'monsieur' Balenciaga.

Gabrielle Bonheur -con el apodo de 'Coco' ya ingresó en el expósito y, curiosamente, su apellido significa felicidad en francés-, se crió en un colegio de monjas, donde aprendió a coser. Su primera tienda la montó, tras la Primera Guerra Mundial, en Deauville; allí empezó haciendo sombreros, pero pronto se atrevió con los vestidos.

"Nunca vendería a mis clientas algo que no me pudiera poner yo misma", decía. Máxima que le auguró el éxito y que le permitió abrir, en 1920, un taller de Alta Costura en París, si bien la frase que más se recuerda de ella es la siguiente: "Una mujer nunca tiene suficientes joyas ni está nunca suficientemente delgada".

Desde sus comienzos, Coco hizo siempre lo que le dio la gana. Se inspiró en el uniforme del internado para crear su santo y seña, el traje negro con cuello y puños blancos. También se le ocurrió utilizar el punto -hasta entonces destinado a la ropa interior masculina-, para crear jerséis y otras prendas cómodas para ellas. Incluso llegó a coser a las camisas bolsillos delanteros para simular más pecho, uno de sus grandes complejos.

Ella es también culpable de que las mujeres empezaran a llevar pantalones y a cortarse el pelo a lo 'garçon'. Segura de sí misma por su sagacidad creadora, llegó a decir: "Hago trajecitos de hombre en talla de mujer".

En el amplio espectro de los complementos tampoco defraudó. Se arriesgó a combinar piedras preciosas con otras de fantasía y acertó a la hora de lucir perlas falsas en diversos tamaños para grandes collares y cadenetas, una tendencia que siempre vuelve a las pasarelas. Otro de sus inventos fue la tela guateada de su bolso-emblema, el 2.55, que sigue siendo el buque insignia de su firma, hoy capitaneada por el fantástico Karl Lagerfeld.
Y uno de sus más grandes logros alcanzó el universo cosmético: el perfume Chanel nº5, aquel que Marilyn utilizaba como 'pijama'.

La vida de esta fémina desgarbada y extravagante no sólo era sofisticada por el lujo que la rodeaba, sino también en el terreno personal. No se casó nunca, pero coleccionó amantes, entre ellos el famoso jugador de polo Arthur 'Boy' Capel, el músico Stravinsky, los pintores Cocteau y Dalí y los duques Dimitri de Rusia y de Westmister.

Todos acabaron dejándola, lo que le sumió en frecuentes depresiones, si bien jamás descuidó sus talleres ni sacrificó su deseo de triunfar en beneficio del amor. Al respecto, comentaba: "Cuando hay que elegir entre un hombre y la ropa, me quedo con la segunda. Siempre he sido una mujer aferrada a mis deseos y el trabajo es para mí una especie de droga... Aunque me pregunto si hubiera llegado a convertirme en Chanel sin ayuda de los hombres (...)". Entre otros retales verbales que dan fe de su carácter, se pueden añadir otras aserciones célebres como "El orgullo es la clave de mi mal genio, de mi energía y de mi éxito" o "La moda ha de dejar de ser travestismo de salón y bajar a la calle".

Hablando de sus conquistas, tampoco se quedó corta pues, al romper con ella el duque de Westmister y sustituirla por una joven noble, Gabrielle espetó: "Hay muchas mujeres en la historia con ese título, pero sólo una Coco Chanel".

Mademoiselle se movió en esferas sociales muy exquisitas -fue amiga de Picasso, Juan Gris, Grace Kelly, Marlene Dietrich, Ernest Hemingway, Pompidou y Chaplin-, pero este icono francés de la elegancia femenina disfrutó de su soledad hasta al final. Enganchada al tabaco y la morfina desde que se rompió una pierna esquiando al poco tiempo de cumplir los 30, desapareció longeva, a los 87 años, con la satisfacción de contar a sus espaldas con un inmejorable 'savoir faire' en el universo de la moda.

martes, 8 de mayo de 2007

Sevilla y olé



Del postureo de la Feria se disfruta mucho y se puede sacar buen partido. Hace unos días la visité por primera vez y, aparte de catar buen jamón, 'pescaíto' y rebujito, fui testigo de estampas folclóricas de lo más 'chic', como ésta que os enseño y en la que, como véis, un grupo de quinceañeras accedió a posar para mí. Las cinco, justo un rato antes, bailaban en corro (eran número impar) con estilazo enfundadas en unos trajes de flamenca muy llamativos, cada una de diferente color y estilo. Todas dan fe de la nueva moda que afecta a este tipo de atuendo. Falda ajustada lápiz hasta los volantes, mantón cortito en color liso, manga francesa, flor en la coronilla asomando por la frente y los lunares, si están presentes, mejor grandes. Me quedé con ganas de ponerme una bata de cola o lucirme en plan amazona, de corto. Al final opté por arreglarme más de lo normal, tirando a discreta, para observar bien lo que me rodeaba y tomar buena nota de ello. Con clavel rojo en el cuello bajo la oreja derecha, en plan Julio Romero de Torres, of course...

jueves, 26 de abril de 2007

'Boutique antique'








Por tradición familiar, me gustan las antigüedades desde pequeña. Y, desde que empecé a trabajar, me permito el lujo de comprarme alguna pieza. Descubrí Almoneda hace ya cuatro años, cuando me enviaron por primera vez a cubrir la feria, y he de decir que no hay edición en la que no encuentre algún tesoro.
A continuación, os describo las fotos de mis adquisiciones:
En 2004 compré el maniquí. Procede de un 'atelier' catalán de los años 30. Curiosamente, le había echado el ojo durante varios días hasta que vi a la mismísima Carolina Herrera interesándose por él, pero ella no lo llegó a comprar porque lo prefería tapizado con tela de lunares. En seguida me decidí y no me arrepiento; jamás me canso de mirarlo. Hay a quien le da yuyu, pero a mí me encanta, sobre todo por su 'marsellesa' incorporada. Sólo tiene un pie, que no trípode, y casualmente es de mi talla, así que a veces lo he utilizado para estrechar un vestido, meter una pinza en el pecho o algo así. El pincho que he enganchado en el busto me lo regaló una anticuaria y está hecho de hilo de mantón de Manila de color turquesa; es francamente original.
El tocado es del domingo pasado, es años 20 con 'pailletes' en círculos concéntricos; las plumas que parecen alas se pueden quitar. Reconozco que me atrevería a ponérmelo, aunque aún no lo he hecho. En cuanto tenga un bodorrio, me animo, al igual que con el sombrerito rojo, también del otro día. Es inglés y data de 1940 aprox. La red le da un toque especial y el pincho se lo he colocado yo a mi libre albedrío. Incluyo dos opciones: con pluma, también antigua, y sin ella.
Por último, el teléfono es americano, muy sesentero. Conserva su 'ring' original y funciona perfectamente.
Sinceramente, creo que estos objetos me definen bastante.
En fin, así es mi 'boutique antique'.

lunes, 23 de abril de 2007

Objetivo: Vintage


Muy recomendable pasarse esta semana por Almoneda (en Ifema hasta el domingo). Estuve ayer y pude observar de cerca la infinidad de tesoros textiles que se ponen a la venta en este certamen anual. En la foto, os muestro una bata modernista que hoy es una auténtica joya 'vintage'. Impresionantes los broches, los bolsos de cocodrilo 'baby' y... bueno, mañana más; os enseñaré mis adquisiciones.

jueves, 19 de abril de 2007

'Belle Vivier de Jour'


El maestro zapatero Roger Vivier consiguió que Brigitte Bardot se montara en una Harley Davidson enfundada en una botas de vinilo, que Nureyev bailara con unos pares de cocodrilo, que Josephine Baker cautivara al público con unos zapatos con gotas de cristal, que Marlene Dietrich se calzara unos tacones de bolas cuajadas de brillantes, que John Lennon y Françoise Hardy posaran con unas 'moon boots', que Mistinguette deslumbrara con unos modelos forrados de 'paillettes', que Liz Taylor y Nati Abascal hicieran cola en su tienda e incluso que una entonces princesa Isabel II de Inglaterra acudiera a su coronación subida a unas sandalias de oro y rubíes.
A pesar de esta reflexión, opino que si yo pudiera acceder a unos zapatos de esta firma, me quedaría con los 'Belle Vivier de Jour' que lució la siempre gélida Catherine Deneuve en la película homónima de Buñuel. Curiosamente, este modelo lo ideó el 'bottier' para poner el broche de oro a la originalísima colección de Yves Saint Laurent dedicada al pintor Mondrian en el año 65. Imprescindible la hebilla, hoy emblema de la 'maison'.

miércoles, 18 de abril de 2007

Estilismo varonil






He aquí cómo visten mis compañeros de trabajo. Os comento mis prendas favoritas: de Alberto, el primero, me quedo con el precioso jersey de rombos de Lacoste (el turquesa tiene su punto); de Juanma, el segundo, con su sudadera-marsellesa-picassiana-jarraitxu; del tercero, Vicente, con su camiseta de Adolfo Domínguez (el verde le sienta bien, tiene otro jersey cuello cisne en el mismo tono manzana que le va bastante); de Luisito, el cuarto (por fin renueva un poco su armario), con su jersey de rayas también estilo marinero (cuando se pone, acierta); y, del último, miguel, con sus Bensimon, zapatillas con puntera de goma y cordones muy originales. Como veis, coinciden dos en las míticas All Star, Vicente opta por una versión deportiva de ante de las adidas con rayas a los lados de toda la vida y luisito sigue en sus trece de los zapatos de punta cuadrada.
Qué os parecen?

jueves, 12 de abril de 2007

American Chic


Por casualidad, he encontrado hoy esta preciosa foto. El pequeño John John Kennedy juguetea con el collar de perlas de su madre, Jackie O., mujer fascinante de quien he tomado el seudónimo y de la que opino es un gran paradigma del 'charm' de la época que le tocó vivir. Quiero rendir tributo a este icono de la moda por las tantas y tan buenas aportaciones que ha hecho a los armarios de las féminas de su generación y posteriores.
La ternura que desprende esta imagen no está exenta del 'glamour' que sus protagonistas irradiaron a lo largo de sus existencias. Jackie lo hizo con sus estilismos de primera, que lució incluso el día que asesinaron a su marido; un vestido rosa palo de Chanel trágicamente salpicado de sangre y que luego fue fusilado por millones de modistas de todo el planeta.
John John, siempre perseguido por medio Manhattan para admirar su potente atractivo cuando hacía footing por Central Park, tuvo la mala suerte de irse en el mejor momento de su vida, al poco de casarse con la también elegante Carolyn Bessette, precursora de las diademas de carey en los 90.
La biografía de ambos supera cualquier ficción. El matrimonio de ella con Onassis, el accidente de él en helicóptero... Ninguna de estas dos figuras podrá repetirse por su autenticidad. Descansen en paz, Jackie y John John.

martes, 10 de abril de 2007

Faenas sobre el albero... y el asfalto




Quisiera dedicar mi espacio de hoy al mundo de los toros y, en concreto, a sus espadas. Siempre me ha impresionado el traje de luces y la solemnidad con la que llevan un buen sastre muchos de los diestros fuera de los ruedos. A continuación, os propongo algunas figuras para que me deis vuestra opinión sobre cómo visten en la plaza y en la calle.
Yo, de momento, me quedo con Javier Conde. No sé si es el que mejor torea pero, desde luego, es toda una percha para quien me gustaría ejercer de estilista. Además, su mujer, Estrella Morente, es todo un icono del saber estar y la distinción. Una elegante dama antigua, pero también contemporánea.
El que menos me gusta es Miguel Abellán y tampoco su pareja, Natalia Verbeke. Creo que en la ansia de ambos por estar a la última, el resultado que obtienen es un poco ordinario e incluso grotesco. Otros que aborrezco por sosos son Enrique Ponce y Paloma Cuevas.
Por supuesto, para bien no olvido a Cayetano Rivera, última imagen de Armani (ahora ya no tiene tanto mérito al elegir su ropa, claro, supongo que se la regalan y con el maestro italiano es difícil errar). Y tampoco al Litri (se ve que Adriana Carolina Herrera le lleva por el buen camino).

lunes, 2 de abril de 2007

My Must


Hola a todos. Este es mi primer post en mi propio blog. Estoy emocionada, he de reconocer, ya que, después de sumergirme en el mundo internauta de la moda y leer como una cosaca los blogs de otros adictos al 'choping', por fin he encontrado mi sitio. Como hoy es un día especial, dedico mi bautismo informático-trendy al gaucho de Dior. Sí, ya sé que muchos pensaréis que está muy visto, pero me sigue encantando. Sigo queriendo comprarme uno en cuanto ahorre. Pero supongo que empezaré con uno de palo; mis padres se van a China en noviembre y les encargaré uno.
Pero sigo soñando con que alguien (mejor si es un guapete) me lleve a cenar y me ponga sobre el plato la caja que lo contenga. Y yo desenvolverlo cuidadosamente de su papel cebolla...
De qué color os gusta? Escucho pacientemente vuestros comentarios...