lunes, 25 de febrero de 2008

'Horror Vacui'


Horror Vacui significa pánico al vacío. Un espanto si se utiliza en términos decorativos: no existe nada peor que una casa repleta de objetos sin sentido y con ningún espacio diáfano para que la vista se tome un respiro. Sin embargo, si aplicamos esta expresión latina a cualquier vestidor se trata de todo un acierto. El mismo que ha cometido mi abuela a lo largo de su vida a la hora de llenar hasta la bandera su armario y nunca tirar nada de su contenido. Gracias a esta costumbre no comprendida por muchos, conservo estos zapatos que doña Quinita se puso en la boda de mi tía allá por los 70. Se trata de un precioso par de charoles negros con detalles de terciopelo firmados por una casa de zapatos tristemente desaparecida del barrio de Salamanca: Peñalver. Los tengo en mi casa expuestos como merecen: en la estantería del salón.
También sufrió Horror Vacui el armario de la abuela de mis amigas zarauztarras Marta y María, de quienes tomo prestado el titular del 'post' de hoy. El pasado sábado fueron tan generosas de prestarme unos impresionantes ejemplares de tachuelas que hace décadas Roger Vivier diseñó para Loewe y que La señora de López-Mateos no dudó en comprar. Todo un privilegio lucirlos, no cabía en mí de gozo. En breve os enseñaré una foto. Gracias, Marta y María

domingo, 3 de febrero de 2008

'Thriller' o la estética Peta Zeta

Esta semana corren ríos de tinta acerca de los 'modelis' que han lucido o deslucido las actrices españolas sobre la alfombra verde de la gala de los Goya en un intento de hacer olvidar el fracaso de crítica y público que agoniza el cine patrio, así que he decidido hablaros de otra cosa esta semana. (Por cierto, ¿por qué es verde? ¿para respetar el tono corporativo del patrocinador o para poner idem durante la semana en los platós del corazoneo a todo aquel que la pise? Bueno, ya no hay 'Aquí hay tomate', así que... Nos quedaremos sin sus, a veces, tronchantes comments).

Siempre que he leído en una entrevista la típica pregunta "¿cuál es para usted el acontecimiento histórico más importante del siglo XX?" he tenido clarísimo cuál sería mi respuesta. Ni la Guerra de la Independencia, ni el 11-M, ni el 11-S, ni el famoso "se sienten, coño" de Tejero, ni ná de ná. Siempre que me regodeo en un recuerdo, prefiero que no se trate de un fundido en negro, es decir, de un acontecimiento trágico con trasfondo político, vaya...

Para mí, sin ninguna duda, el hecho que más me ha marcado en mis 29 años de vida y del cual, afortunadamente, fui testigo ha sido el vídeo 'Thriller', de Michael Jackson. Como alguno sabréis, el día 11 de febrero se cumplen 25 años de su emisión y, por supuesto, for me es un placer enorme rendirle homenaje en mi blog sin ánimo de 'petazetear' en plan Corbacho (jo, no me gusta mucho su programa, aunque el otro día me reí cuando invocaban a la ficha amarilla de Parchís).

Ahí es nada. Un cuarto de siglo ha pasado desde aquella semana en la que no pegué ojo por culpa de los muertos vivientes que aparecían en este vídeoclip. Mi hermano llevaba semanas hablando de él; sus amigos del colegio le habían contado maravillas del mismo: que si la coreografía, que si la voz en off era terrorífica, que si Michael bailaba como Dios, cosa que era cierta... En fin. Yo tenía cuatro años y un buen día, con mi bocata de foie gras La Piara en la mano y mi madre cosiendo o hablando por teléfono a mi derecha, sentada en el sofá (no lo recuerdo muy bien), observé el mayor prodigio de la moda y la música ochentera de la época.

Saliendo del cine, aparecía un entonces atractivo Michael enfundado en unos pitillo naranja butano y una cazadora del mismo tono muy robótica con enormes hombreras negras. Una estética que luego se repitió y repitió en filmes de esa década que también hicieron historia, como 'Karate Kid' o 'Regreso al Futuro' (recordad a Ralph Macchio y a Michael J. Fox con los mismos calcetinitos blancos asomando de sus zapatillas Paredes o la marca equivalente en EEUU entonces).

La chica del vídeo iba también fantástica: muy 'Bronx-chic' con pitillos también, taconcín y cazadorita pelín chandalera, por no mentar su estilismo capilar a lo Tina Turner con súper argollas en las orejas. De verdad, ¡¡¡qué impacto causó en mí todo este pedazo de cortometraje de Quincy & Michael!!! Merecía un Oscar, desde luego.

Y qué me decís de los zombis; cómo bailaban, cuántas horas frente al espejo con el secador en plan micrófono imitándolos, ensayando, decía yo... Qué recuerdos. Este fenómeno aún no se ha repetido, por mucho que los presos de una cárcel filipina se empeñen en emular al que para mí sigue siendo el astro del pop.

Un aplauso para José Miró en su última colección Primavera/Verano 2008 para Cibeles. Un gran guiño a esta obra maestra y a todas sus secuelas. Gran generación la nuestra.