lunes, 29 de octubre de 2007

Un siglo de provocación y comodidad (1ªparte)




Adjunto un texto que publiqué este verano celebrando el centenario del sujetador. Os lo ofrezco en tres entregas durante sendas semanas consecutivas.
Espero que os guste:






Para ellos, es sinónimo de destape. De seducción, de deseo sexual. En definitiva, de 'puritita' cama. El continente de la zona erógena con más adeptos y también el de la fuente de la vida. Para ellas, en cambio, ha de implicar tanta comodidad como erotismo. Ser funcional y favorecedor a la vez que el mejor reclamo a la horizontal. Para todos, es el epicentro de la indumentaria femenina, el capitán de ese fetichista equipo de la mitología de la moda en el que también tienen un papel relevante los tacones y el liguero.


'Don' sujetador reivindica su privilegiado hueco en el armario y en el imaginario carnal colectivo justo 100 años después de su invención. Y lo hace a golpe de diseño y ergonomía. No hay pechos feos, sino ingenio lencero de menos. Porque sólo hace falta pasarse por la sección de ropa interior de un centro comercial cualquiera para encontrar el sostén perfecto para cada busto, aquel que esconda o reseñe el escote de su portadora. Háganse a la idea: la cirugía plástica ya no es la única solución para lucir una delantera de órdago.

Ahora bien, tampoco se trata de engañar a los ilusos que la contemplan. Desde que al modisto Pierre Poiret se le ocurriera en 1907 fabricar el primer sujetador como alternativa a aquella inclemente estética victoriana que no dejaba respirar, esta prenda se ha convertido en el básico textil femenino que ha evolucionado más y mejor en el tiempo.

Cuenta la Historia que las cretenses ya lo llevaban hace 2.500 años. Y que en Roma, las mujeres se ponían el entonces denominado 'strophium' por encima de la túnica para diferenciarse de las bárbaras, mucho más sueltas por llevar las 'lolas' al aire. Hubo incluso una época en la que se estiló la planicie frontal. Tal y como lo leéis. Y es que el mundo clásico era de orientación andrógina en cuanto a moda se refiere. De ahí que fuese frecuente ceñirse el pecho con una faja, tendencia a la que se suscribieron más tarde los cristianos y que siglos después derivó en aquel corsé que con tanta fuerza y paciencia ataba Mammy a Escarlata O'Hara.





(...continuará)

4 comentarios:

Fil Ruiz dijo...

Orales! El sujetador tan enigmatico y siempre evolutivo desde aquellos primero intentos. Muy bien, espero las proximas entregas. Abrazos. Te invito a pasarte por mi blog.

http://fashionmedia.blogspot.com

Julio Rey dijo...

...Y los Beatles. Mi difunto personaje solo quiere una nota, un sonido...tal vez el del silencio...o... el ¡clic! del enganche de un sujetador al soltarse.

Anónimo dijo...

Hi darling,

Me siento super halagada de que comentaras en mi blog, te sigo desde hace tiempo y realmente me ha sorprendido mega mogollón. Thanks, besis and have a nice day.

uminuscula dijo...

guapa